lunes, 30 de diciembre de 2013

NUGGETS DE POLLO

Uyyyyyy no sabéis como les gustan a los peques estos nuggets! Mis chicos comen de todo, pero a veces si están muy cansados y les toca comer pollo, con las pechugas hacen "bola" en la boca, ( ¿Os suena de algo no?) Pues sí os pasa lo mismo que a mi, os recomiendo que probéis a hacerlos, porque como están mezclados con queso salen muy tiernos. A los papis también nos encantan, pero acompañados de salsa agridulce! Podéis encontrar mil recetas de los nuggets caseros, el caso está en mezclar el pollo triturado con queso, puede ser tipo Philadelphia, queso rallado del de gratinar la pasta... Lo que tengáis más a mano. El tema de las cantidades es también un poco a ojo, os tiene que quedar una pasta a la que podáis dar forma!
Yo os dejo como los hice el otro día! 
Estos están fritos en aceite de oliva
Estos están hechos al horno
INGREDIENTES
  • 300 grs aproximadamente de pechuga de pollo
  • 60 grs de queso de untar tipo Philadelphia
  • 1 rebanada de pan de molde
  • Un poco de leche
  • Pan rallado para rebozar
  • 1 huevo
  • Harina para rebozar
  • Sal
  • Aceite de Oliva

PREPARACIÓN
  1. Picamos con una picadora o robot de cocina las pechugas de pollo limpias.
  2. Empapamos la rebanada de pan de molde en la leche y las echamos en el bol con las pechugas de pollo, añadimos el queso y salamos al gusto. (Yo ya sabéis que lo de salar, poco) trituramos bien todo hasta formar una pasta.
  3. Les damos forma de "nuggets", yo sencillamente esta vez hice bolitas y las aplaste un poco.
  4. Batimos en huevo como para tortilla.
  5. Ahora rebozaremos los nuggets. Primero los pasamos por huevo, luego por harina, otra vez por huevo y al final por el pan rallado.
  6. Los freímos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados. Escurrimos en papel de cocina y listo!!

NOTAS: Podéis darle formas con corta pastas, los moldes para las galletas, y quedarán más divertidos para los peques.
Otra idea! En vez de freír los en aceite de oliva, los colocáis en una bandeja de horno, les echáis un chorrin de aceite por encima y los metéis al horno precalentado a 200° con calor arriba y abajo 10 minutos, y luego cambiáis a opción gratinar otros 5 minutos o hasta que los veáis doradinos.
Otra idea! Yo suelo congelarlos, porque mis peques son pequeños y sólo comen una par de ellos cada uno. Los congeláis y así sólo tendréis que sacarlos del congelador y freirlos. Para congelarlos yo los coloco muy separados en un tupper grande y plano que tengo porque si no se pegan, al día siguiente cuando ya están duros los paso a una bolsa de congelados para que no ocupen espacio.





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